Se trata de un sistema de impresión que parece fruto de la unión entre la serigrafía y las fotocopias. El aspecto de la máquina que imprimen mediante risografía es bastante similar a las fotocopiadoras y tiene un toque de ‘hecho a mano’ similar al que tendríamos con la serigrafía. Tiene varios aspectos que hacen que nos encante: uno de ellos es su respeto por el medio ambiente. Su lado más ecológico viene dado por la composición de las tintas, con base de soja o de salvado de arroz, que no contienen disolventes volátiles. Tampoco su proceso requiere de placas de aluminio desechables, ni fijadores químicos y no hay residuos de tintas. A todo esto, hay que añadir que la impresora de risografía consume poca energía gracias a su proceso en frío.